Thursday, December 13, 2007

No solamente vas a empezar a acordarte de ellos, sino que vas a revivir todo; vas a entrar en una especie de terapia primal…Sentí la herida, sentí el dolor -no lo trates de evitar-…Por eso en muchas terapias se le dice al paciente que no tome ninguna droga justo antes de la terapia, por la sencilla razón que las drogas son un medio para escapar de tu desgracia interior…no te dejan ver las heridas, las reprimen…no te dejan sumergir en tu sufrimiento, y a no ser que lo hagas, no vas a poder librarte de su prisión…
Es perfectamente científico dejar todas las drogas antes de hacer un ‘grupo’ -si es posible también drogas como el café, el té, los cigarrillos, porque todo esto es una forma de escaparse.
¿Te fijaste? Cada vez que te ponés nervioso, en seguida vas y agarrás un cigarrillo…es una manera de evitar el nerviosismo; al fumar te sentís ocupado…en realidad, es una regresión: el fumar te hace sentir otra vez como un niño -despreocupado, sin responsabilidades…-, porque el fumar no es otra cosa que un símbolo del pecho materno; el humo caliente es como la leche tibia…cada vez que entra te lleva a aquellos días en que te nutrías del pecho de tu madre…el pezón ahora se convirtió en cigarrillo….el cigarrillo es un pezón simbólico…
Cuando regresionás, te evadís de las responsabilidades y dolores de ser adulto; y esto es lo que pasa con muchas, muchas drogas…El hombre moderno vive drogado como nunca antes, porque el hombre moderno vive en un gran sufrimiento…sin drogas sería imposible vivir en tanto sufrimiento…Esas drogas forman una barrera, te mantienen drogado; no te permiten la suficiente sensibilidad como para conocer tu dolor..
Lo primero que tenés que hacer es cerrar tus puertas y parar cualquier tipo de actividad: ya sea ver la televisión, escuchar la radio, leer un libro…Pará toda la actividad, porque también es una droga sutil…Quedate en silencio, totalmente solo…ni siquiera reces, porque eso también es una droga, ya que te estás ocupando…-le hablás a Dios, te ponés a rezar, te estás escapando de vos mismo…
Lo que está diciendo Atisha es: solamente sé vos mismo. Por más que el dolor sea grande, por más que el sufrimiento sea grande, permitilo. Primero, experimentalo en su intensidad total…va a ser difícil, va a romperte el corazón…puede ser que largues a llorar como un niño; puede ser que te revuelques en el piso de dolor; puede ser que tu cuerpo se contorsione de dolor…de pronto, podés darte cuenta de que el dolor no solamente está en tu corazón sino en todo tu cuerpo -te duele por todas partes, todo tu cuerpo es puro dolor…
Si podés experimentarlo -es tremendamente importante…-, entonces andá absorviéndolo; no lo tires…es una energía tan valiosa…no la tires, absorbela, tomala, aceptala, dale la bienvenida, agradecele…y decite a vos mismo:
“Esta vez no lo voy a evitar; esta vez no lo voy a rechazar; esta vez no me lo voy a sacar de encima…esta
vez me lo voy a tomar y lo voy a recibir como a un huésped…Esta vez lo voy a digerir.”
Puede llevarte unos cuantos días el poderlo digerir, pero cuando te pase, diste con una puerta que realmente va a llevarte muy, muy lejos…empezó una nueva jornada en tu vida, estás entrando a un nuevo ser…-porque inmediatamente, desde el momento mismo en que aceptás tu dolor sin ningún rechazo, cambia su cualidad y su energía…ya no es más dolor…
De hecho, uno se sorprende, no lo puede creer…es tan increíble…uno no puede creer que se pueda transformar el sufrimiento en éxtasis, que se pueda convertir el dolor en alegría…