Thursday, October 09, 2008

Esto no podés verlo, no es visible a tus ojos, pero a veces, cuando te sentás frente a un buda, podés sentirlo... De repente, sentís el surgimiento de una energía adentro tuyo y tu propia energía empieza a desplazarse hacia arriba…recién ahí te das cuenta que algo pasó…por el sólo hecho de estar en contacto con un buda, tu energía empieza a moverse hacia arriba, hacia el sahasrar…Un buda es tan poderoso que hasta la tierra se rinde, la tierra no logra absorber su energía hacia abajo…Todos aquellos que sintieron esto cerca de Jesús, de Buddha, de Krishna, lo llamaron Dios…porque ellos tienen una fuente de energía distinta, más fuerte que la de la tierra.
¿Y cómo puede romperse el patrón? Esta técnica es muy útil para romper este patrón gravitacional. Pero antes que nada tenés que entender algo que es básico: si lo observaste, te habrás dado cuenta que tu energía sexual se mueve con la imaginación…solamente con la imaginación se activa tu centro sexual…y sin la imaginación, realmente no puede funcionar, por eso si estás enamorado funciona mejor, porque con el amor entra la imaginación…si no estás enamorado es muy difícil que funcione…
Como el centro sexual funciona a través de la imaginación, podés tener una erección e incluso eyacular hasta en los sueños…tu sexo es real, pero los sueños son solamente imaginación tuya…
Se llegó a observar que todo hombre, si está físicamente apto, tiene por lo menos unas 10 erecciones durante la noche…con cada movimiento de la mente, con un sólo movimiento de la mente, con un ligero pensamiento de sexo, va a llegar una erección…Tu mente tiene muchas energías, muchas facultades, y una es la voluntad, pero con el sexo no la podés ejercer; tu voluntad es impotente para el sexo…Si tratás de amar a alguien, vas a sentir que te volviste impotente, así que nunca lo intentes…
La voluntad nunca funciona para el sexo, solamente funciona la imaginación…Imaginate algo y el centro se va a activar inmediatamente. ¿porqué pongo énfasis en esto? Porque si la imaginación ayuda a mover la energía, entonces la podés mover hacia arriba o hacia abajo con sólo imaginar…Vos no podés mover la sangre con la imaginación, no podés hacer nada más en tu cuerpo con la imaginación, pero sí podés mover tu energía sexual, podés cambiar su dirección…
Este sutra dice:
“Considerá tu esencia como rayos de luz…” Pensá en vos mismo, en tu ser, como si fueras rayos de luz…”que van subiendo de centro en centro por tu columna vertebral, y así surge en vos la vida…”
El yoga dividió tu columna vertebral en 7 centros: el primero es el centro sexual, y el último es el sahasrar, y entre estos dos, hay otros 5. Algunos sistemas los dividen en 9, otros en 3, y otros en 4…las divisiones no importan demasiado; de hecho vos podés hacer tu propia división; solamente 5 de estos centros son suficientes para trabajar: el primero es el centro sexual, el segundo está atrás del ombligo, el tercero está atrás del corazón; el cuarto está atrás de tus cejas, justo en el medio, en el medio de tu frente; y el quinto, el sahasrar, está en la coronilla de tu cabeza. Con esto alcanza.
Este sutra dice:
“Considerate a vos mismo”, quiere decir que te imagines a vos mismo…-cerrá los ojos e imaginate a vos mismo como si fueras luz. Esto no es solamente imaginación; al principio sí, pero también es realidad porque todo es luz…La ciencia ahora dice que todo consiste de luz, que todo consiste de electricidad…El tantra siempre dijo que todo consiste de partículas de luz…y vos también; por eso el Corán dice que Dios es luz…¡vos sos luz!
Primero, imaginate que solamente sos rayos de luz, después andá corriendo tu imaginación hasta el centro sexual; concentrá tu atención ahí y sentí que los rayos de luz suben desde tu centro sexual, como si tu centro sexual se hubiese vuelto una fuente de luz y los rayos de luz se estuviesen moviendo hacia arriba, hacia el centro del ombligo…La división es necesaria porque va a resultarte difícil conectar tu centro sexual con el sahasrar; entonces dividirlo en partes pequeñas va a ayudarte, aunque si los podés conectar, no necesitás dividir nada; podés dejar de lado todas las divisiones desde tu centro sexual en adelante y va a surgir la energía, la fuerza de vida como luz hacia el sahasrar; pero sin embargo va a ser más fácil si lo dividís en etapas porque a tu mente le resulta más fácil concebir los pequeños fragmentos.