Monday, May 21, 2007

emocionado! Le dije:

“La próxima vez, no vas a necesitar empujarme, yo mismo voy a saltar. Ahora sé que hay una tendencia natural del cuerpo a flotar. No es cuestión de nadar, solamente hay que sintonizar con el elemento agua; una vez que te sintonizás con él, el agua misma te protege…”
¡Y desde aquella vez estoy empujando a mucha gente al río de la vida! Yo solamente me paro ahí…Casi nadie falla si da el salto. Uno está obligado a aprender.
Puede tomarte unos cuantos días descubrir el truco, ¡porque es un truco, no un arte! Si la meditación fuese un arte, hubiese sido muy fácil enseñarla, pero como es un truco, tenés que ensayarla; de a poco la conseguís.
Un profesor de psicología de Japón estuvo tratando de enseñar a nadar a pequeños niños de seis meses y tuvo éxito. Después lo intentó con niños de tres meses y también lo logró. Ahora está tratando con recién nacidos y espero que lo consiga. Existen todas las posibilidades porque es un knack. No se necesita ningún tipo de experiencia: ni edad, ni educación…solamente es un truco. Y si un bebé de seis meses o de tres puede nadar, quiere decir que naturalmente estamos dotados con la idea de ‘como’ nadar…Lo que pasa es que tenemos que descubrirla. Con un poquito de esfuerzo, solamente vas a ser capaz de descubrirla. Con la meditación pasa lo mismo, todavía más que con la natación; solamente tenés que hacer un pequeño esfuerzo.