Saturday, September 01, 2007

Japón es la única excepción; a ellos no les interesa tener el pecho amplio y el vientre chico. Para contraer el vientre se necesita cierta disciplina; no es natural. Japón eligió el camino natural, por eso puede sorprenderte ver una estatua japonesa de Buddha. Esa es la forma en la que podés distinguir inmediatamente si la estatua es hindú o japonesa; las estatuas hindúes de Gautama, el Buddha, tienen un cuerpo muy atlético, sus vientres son muy angostos y sus pechos muy amplios. Pero el Buddha japonés es totalmente distinto; su pecho es casi silencioso, porque respira desde el vientre, pero su vientre es más grande…no le queda muy bien -porque la idea que prevalece en el mundo es tan antigua…, pero respirar desde el vientre es más natural, más relajado…
Esto te pasa a la noche, cuando dormís; no respirás desde el pecho, respirás desde el vientre. Por eso es tan relajada la experiencia del dormir…Después de tu sueño, te sentís tan fresco a la mañana, tan joven…porque toda la noche estuviste respirando en forma natural …¡estuviste en Japón!
Estos son los dos puntos: si tenés miedo que respirar desde el vientre y estar atento a su elevación y caída te destruya tu forma atlética…los hombres pueden estar más interesados en esa forma, entonces, para ellos es más fácil observar las fosas nasales, por donde entrar el aire. Observá, y cuando el aire salga, observá también.