Thursday, August 30, 2007

En la primera, tenés que estar conciente del cuerpo, tenés que estar conciente de la mente, tenés que estar conciente de tus emociones, de tus estados de ánimo…Entonces, son tres pasos. La segunda forma tiene tiene un paso solo: el vientre, subiendo y bajando…y el resultado es el mismo. A medida que vas haciéndote más conciente de tu vientre, la mente se hace más silenciosa, el corazón se hace más silencioso, los estados de ánimo desaparecen…
Y la tercera es estar conciente del aliento cuando entra, cuando pasa por las fosas nasales…sentílo en ese extremo -el otro polo del vientre-, sentílo en la nariz…el aire al entrar da cierta frescura a tus fosas nasales…Después, el aire saliendo…el aire entrando, el aire saliendo…
Eso también podés hacerlo. Es más fácil para hombres que para mujeres, porque la mujer es más conciente del vientre…la mayoría de los hombres ni siquiera respiran llegando al vientre; sus pechos suben y caen porque en el mundo prevalecen conceptos errados sobre atletismo. Por supuesto que le da una forma más bella al cuerpo si tu pecho es prominente y tu vientre casi no existe…
El hombre eligió respirar solamente hasta el pecho, entonces se vuelve cada vez más grande y el vientre se encoge. Cree que así es más atlético…
En todo el mundo, excepto Japón, todos los atletas y profesores de atletismo enfatizan la respiración llenando los pulmones, expandiendo el pecho y contrayendo el vientre. El ideal es el león, que tiene el pecho amplio y el vientre muy chico; entonces, sé como un león; esa llegó a ser la regla para los atletas y gimnastas, y para la gente que trabaja con el cuerpo…