Saturday, August 25, 2007

-“¿Qué estás diciendo?, ¿la belleza?”, dijo él.
-“Sí, es hermoso... El tabaco es tan divino como todo lo demás…Sentíle el olor; es el olor de Dios…”
Me miró sorprendido y dijo:
-“¡¿Qué?, ¿me estás cargando?!”
-“No, no te estoy cargando…incluso cuando bromeo, no bromeo. Lo digo en serio…-Bueno; después, ponelo en tus labios con toda la conciencia, encendelo con toda la conciencia…Disfrutá de cada acto, de cada pequeño acto y dividilo en todos los pequeños actos que puedas, para que llegues a estar cada vez más conciente…
Entonces, dá la primer pitada: …Dios en forma de humo…Los hindúes dicen:
“Annam Brahm” -“la comida es Dios”.
¿Por qué no fumar? todo es Dios…Llená tus pulmones de humo profundamente -esto es pranayama…¡te estoy dando el nuevo yoga para la nueva era! -Ahora dejá que salga el humo, relajate…otra pitada -y hacelo muy lentamente…
Si podés hacerlo, vas a sorprenderte: pronto vas a ver toda la estupidez del acto. No porque otros hayan dicho que es estúpido, no porque otros hayan dicho que es malo; vos lo vas a ver, y el hecho de verlo no va a ser solamente intelectual, va a ser de la totalidad de tu propio ser, va a ser una visión de tu totalidad…Y entonces, un día, si desaparece, desaparece; si sigue, sigue…No tenés necesidad de preocuparte por eso…”
Después de tres meses, volvió y me dijo:
-“Desapareció…”