Wednesday, October 03, 2007

DE LA CABEZA AL CORAZON

Lo principal: tratá de sentirte sin cabeza. Visualizate a vos mismo sin cabeza; movete sin cabeza…Suena absurdo, pero es uno de los ejercicios más importantes. Probalo y vas a ver…Caminá y sentí como si no tuvieras cabeza…Al principio va a ser solamente un ‘como si’; va a ser muy extraño…cuando te venga la sensación de que no tenés cabeza, va a ser muy raro y extraño…pero de a poco, vas a ir asentándote en el corazón.
Hay una ley: habrás notado que los ciegos tienen oídos agudos, oídos más musicales…los ciegos son más musicales; su sensibilidad por la música es más profunda, ¿porqué?, porque la energía que normalmente circulaba por los ojos, ahora no puede hacerlo, entonces elige otro camino -circula por los oídos…
Los ciegos tienen mayor sensibilidad en el tacto también…si un ciego te toca, vas a sentir la diferencia, porque nosotros comúnmente tocamos con nuestros ojos, nos tocamos mutuamente a través de los ojos…Un ciego no lo puede hacer, por eso su energía se mueve por sus manos. Un ciego es más sensible que cualquiera que tenga ojos…A veces podrá no serlo, pero en general es así. Si un centro no funciona, la energía empieza a desplazarse desde otro centro.
Así que probá este ejercicio: tratá de verte sin cabeza y de pronto, vas a sentir algo muy extraño: como si por primera vez estuvieras en el corazón…
Caminá sin cabeza; sentate a meditar, cerrá los ojos y solamente sentí que no tenés cabeza…sentí:
“Desapareció mi cabeza…”