Friday, July 13, 2007

Con la expresión ‘¡YAA-JU!’ pasa lo mismo. ‘JU’ es una antigua práctica de los Sufis. Ellos descubrieron que en vez de repetir el mantra Allah, conviene repetir ‘Allah-jú’, que te ayuda a llegar más profundo adentro tuyo. Y después alguien encontró en el camino que ni siquiera es necesario decir ‘Allah-jú’ -ya el ‘Jú’ solo, cumple el propósito; porque el sonido ‘Jú’ golpea al centro de tu ser. Con solo repetir ‘Jú’ varias veces -vas a sorprenderte-, dejás tu mente muy lejos, paran tus pensamientos, desaparece el tiempo y entrás a un espacio que es tuyo, pero del que nunca estuviste conciente. Uní el ‘Ju’ con el ‘Yaa’, porque siento que el ‘Jú’ realmente funciona, pero es serio. Te centra, pero en tu centro no hay risa, no hay danza…El botón florece, es cierto, pero no hay fragancia. El sonido ‘Yaa’ hace el trabajo; hace completa y total a la palabra ‘Jú’. ‘Yaa-Jú’ no solo golpea tu centro, tu mismo ser, sino que también trae un tremendo sentimiento de alegría, una risa, una danza…es celebración.
Con solamente repetir ‘¡Yaa-Jú!’, vas a sorprenderte: no te volvés triste y serio como se supone que son los santos, sino que se abre una dimensión totalmente nueva: el santo reilón, el dios bailarín…’¡Yaa-hú!’ es solamente una expresión representativa de un ser que ríe y baila.