Wednesday, June 13, 2007

Con esta segunda etapa -al expulsar todo lo que hay adentro-, te quedás vacío, y el vacío significa lo siguiente: sacar todas las represiones. En este vacío, algo puede hacerse, puede darse la transformación, puede darse la meditación...
Después, en la tercer etapa uso el sonido jú. Muchos sonidos se usaron en el pasado. Cada sonido tiene un efecto específico. Por ejemplo, los hindúes usaban el sonido aúm, que puede serte familiar. Pero no lo voy a sugerir, porque el aúm golpea al corazón…el aum golpea la puerta de una casa vacía…
Los sufis usaban el sonido jú , y si decís jú en voz alta, va directo al centro del sexo, por eso este sonido se usa como un martilleo interno. Cuando llegás a estar vacío, puede fluir este sonido adentro tuyo.
El movimiento del sonido solamente es posible cuando estás vacío. Si estás lleno de represiones no va a pasar nada. Y a veces, hasta es peligroso usar algún mantra o sonido cuando estás lleno de represiones. Cada capa de represión va a cambiar la trayectoria del sonido, y el resultado final puede ser algo que ni siquiera soñaste, ni esperaste, ni deseaste. Se necesita una mente vacía; recién ahí puede usarse un mantra.
Por eso, nunca sugiero un mantra a nadie en el estado en que está. Primero tiene que haber una catarsis. El mantra jú no se tiene que hacer nunca sin haberse hecho las dos primeras etapas. No se tiene que hacer nunca sin ellas. Solamente en la tercer etapa (de diez minutos), se usa el jú -gritando lo más fuerte que puedas, dándole toda tu energía. Tenés que martillear tu energía con el sonido, y cuando estés vacío -cuando te haya vaciado la catarsis de la segunda etapa-, el jú penetra profundamente y golpea el centro sexual.