Wednesday, February 14, 2007

El núcleo esencial, el espíritu de la meditación, es aprender a presenciar.

Por ejemplo: hay un cuervo graznando. Vos estás escuchando. Son dos: Objeto y sujeto; pero, ¿No podés ver un observador que está viendo a ambos? -El cuervo, el que escucha y todavía hay alguien más que está observando a ambos. Es un fenómeno tan simple.

Estás viendo un árbol; vos estás ahí y el árbol está ahí; pero, ¿No podés encontrar algo más? -Que vos estás viendo al árbol y que hay un espectador en vos que está viendo que vos estás viendo al árbol.-

Observar es meditación. No importa lo que observes. Podés observar los árboles; podés observar el río; podés observar las nubes; podés observar cómo juegan los niños; observar es meditación. No importa lo que observes; no importa el objeto; la cualidad de observar, la cualidad de ser conciente y estar alerta es meitación.

Acordáte de algo: Meditación significa conciencia y cualquier cosa que hagas con conciencia, es meditación. No importa la acción sino la cualidad que traés a tu acción. Caminar puede ser una meditación si caminás estando alerta. Sentarte puede ser una meditación si te sentás estando alerta. Escuchar a los pájaros puede ser una meditación, si escuchás con conciencia. Hasta escuchar el ruido interno de tu mente puede ser una meditación si permanecés alerta y vigilante.